En la medida
que los consumidores demandaban productos de inversión y aprendían de su propia
experiencia, la dinámica de los mercados (en un proceso al que seguramente los
economistas clásicos definirían como la mano invisible) se encargó de favorecer
aquellas alternativas que los consumidores y la sociedad identificaron como más
eficientes y convenientes para sus propios propósitos. Es así como en la década de los noventas los fondos
de inversión experimentaron un crecimiento dramático en muchos países alrededor
del mundo.
Según la
Asociación Internacional de Fondos de Inversión, en 1993 el valor invertido a
través de fondos de inversión en el mundo
alcanzaba los 4 mil millones de dólares, representando cerca del 16% de la
producción bruta anual global (GDP). En 2013, dicho valor se había multiplicado
siete veces y era de USD$29 mil millones de dólares, equivalentes al 38% del
GDP mundial.
No es casualidad
que los fondos de inversión sean considerados como uno de los vehículos más
eficientes para canalizar el ahorro de personas y empresas, pues es un producto
que reduce costos mientras permite invertir de manera profesional en diversos
activos, atendiendo a los objetivos del inversionista y a sus necesidades de
liquidez, riesgo y retorno. Sin embargo, los beneficios de los fondos de inversión
no se limitan a los ahorrantes e inversionistas, sino que abarcan un ámbito
mayor y favorecen el desarrollo económico y la sociedad en general.
Es amplia la
literatura que trata sobre los fondos de inversión, incluso reconocidas
revistas como Forbes tienen secciones especializadas para tratar el tema, por
eso te presentamos un resumen de los aspectos que consideramos más relevantes conocer.
¿QUÉ SON Y CÓMO FUNCIONAN?
Un fondo de inversión
es un vehículo de ahorro/inversión, formado por un conjunto de diversas personas
físicas o jurídicas (aportantes) que unen sus recursos para conseguir mejor
acceso a oportunidades de inversión con ventajas a nivel de gestión
profesional, diversificación, seguridad y beneficios tributarios.
Legalmente es
un patrimonio autónomo con independencia jurídica y contable en el que los
resultados obtenidos y los riesgos son por cuenta de los aportantes. La
propiedad de los aportantes y el valor que le corresponde a cada uno respecto
al total del fondo de inversión se expresa a través de cuotas de participación.
Dichas cuotas tienen un precio que regularmente varía todos los días de acuerdo
con la rentabilidad y el valor de las inversiones realizadas por el Fondo.
En la República
Dominicana este mecanismo está amparado por la Ley 19-00 del Mercado de
Valores, la Ley 189-1 para el Desarrollo del
Mercado Hipotecario y el Fideicomiso, el Reglamento de Aplicación de la Ley de Mercado
de Valores 664-12 y otras disposiciones como la R-CNV-2013-33-MV.
BENEFICIOS PARA EL INVERSIONISTA
En la Administradora
de Fondos Universal, AFI Universal, creemos que muchas de las ventajas de los fondos
se pueden agrupar en seis aspectos principales:
Asegurar gestión profesional: conocer las
oportunidades de momento, prever los cambios que se avecinan y que pueden
afectar las inversiones y decidir y actuar con eficiencia, únicamente es
posible mediante un constante monitoreo y una dedicación total. En los fondos
de inversión hay un equipo que hace todo esto por los inversionistas el 100% de
su tiempo, pues cada fondo tiene expertos en el activo en que se invierte.
Diversificar: no es bueno tener
todos los huevos en la misma canasta y por eso contar con expertos que de
acuerdo a la relación riesgo-rentabilidad que usted quiere asumir seleccionan
diversos activos para su inversión, genera tranquilidad. La inversión colectiva
permite tener un mayor volumen de recursos para comprar más y diferentes
activos y de cada uno de ellos tener una participación proporcional evitando
concentración y reduciendo el riesgo asumido.
Mejor asesoría e información: el dinámico
entorno actual exige el adecuado análisis de información. Por eso los fondos de
inversión tienen un grupo de profesionales que día a día siguen los mercados y,
de acuerdo a las necesidades y objetivos del inversionista, lo asesoran y le
dan a conocer la información más relevante. Recuerda, la mejor amiga de una
decisión es una buena información.
Tener mayor acceso: nuestro sistema
económico se caracteriza porque usualmente las grandes oportunidades son
exclusivas para los grandes capitales. A través de los fondos de inversión se
tiene acceso a invertir en dichas oportunidades, sin importar el monto de la inversión
porque la suma de los recursos de muchos inversionistas se acumula creando un
gran capital para invertir.
Optimizar rentabilidad: tres características
básicas le permiten a los fondos optimizar la rentabilidad. Primero, los
grandes montos administrados les dan un mayor poder de negociación para
conseguir mejores condiciones. Segundo, aprovechan economías de escala y los
costos transaccionales se reducen. Tercero, dado que las necesidades de liquidez de los inversionistas son diversas,
los fondos pueden invertir un porcentaje de los recursos a plazos mayores consiguiendo
mayores rentabilidades pero sin afectar la disponibilidad de dinero ofrecida.
Régimen fiscal favorable: al invertir a
través de fondos se fomenta el desarrollo económico del país y otros beneficios
sociales, por eso el gobierno otorga beneficios tributarios como, por ejemplo,
el pago único y definitivo que tributa el 10% sobre las utilidades percibidas.
BENEFICIOS PARA PARA LA ECONOMÍA DOMINICANA
En los últimos
años los académicos y reguladores de política económica han despertado un
marcado interés por desarrollar un entorno apropiado para productos de ahorro e
inversión dirigidos a toda la población, argumentando que los vehículos de
ahorro focalizados en la inversión de capital parecen ser más efectivos para el
desarrollo que los programas de financiación.
En ese sentido
algunos de los beneficios sociales que considero pertinente destacar de los fondos
de inversión son:
1.
La promoción de la cultura
de ahorro;
2.
La democratización
de las inversiones;
3.
La formalización
del ahorro y la inclusión financiera y;
4.
La transferencia
de recursos a un menor costo.
Las campañas informativas
y de educación financiera, indefectiblemente implican una promoción de la
cultura del ahorro. Por ejemplo, a
inicios de los noventas en Estados Unidos apenas el 3% de los activos
financieros estaban en fondos de inversión, pero tras el auge vivido esa cifra
hoy en día está cerca del 25% y el porcentaje de hogares con inversiones en fondos
de inversión se ha duplicado en ese mismo período, pasando del 25% a alrededor
del 45%.
Diversos
modelos económicos señalan el ahorro y la previsión para el futuro como uno de
los puntos clave para un mejoramiento de las condiciones económicas de un país.
El ahorro
genera disponibilidad de recursos para inversión en activos productivos que aportan
al crecimiento y una menor carga sobre el gasto público, como consecuencia de
que los individuos puedan garantizar unas condiciones mínimas para su vejez y
contingencias, permite el desvío de dichos recursos hacia inversión en
infraestructura, educación, innovación y otros aspectos que favorecen el
crecimiento.
La flexibilidad
de los fondos de inversión en cuanto a los montos mínimos a invertir, los
plazos de inversión y la disponibilidad de liquidez, así como la asesoría y
transparencia de la información, permiten que gran parte de la población pueda
utilizar estos vehículos y beneficiarse de las ventajas que ofrecen. Pero más
allá del acceso a mejores oportunidades de inversión, los fondos facilitarán el
proceso de formalización del ahorro e inclusión financiera a miles de
dominicanos, proceso que por su parte brinda a los usuarios mayor seguridad y
reducción de vulnerabilidad, mejor manejo de recursos en el tiempo e incrementa
la efectividad de las políticas sociales.
De la mano con
dicha formalización regularmente se entiende como predecible un posterior mayor
ingreso fiscal para el gobierno, pues si bien por lo general estos mecanismos
de ahorro e inversión cuentan con ciertos beneficios tributarios, el mayor aumento
de la base gravable compensa con creces dichos incentivos.
De otra parte, dado
que en este tipo de vehículos de inversión no existe intermediación, la
transferencia de recursos al aparato productivo de la economía se da a un menor
costo mientras se facilita la capitalización o financiación directa de cientos
de proyectos y compañías.
Es así como en
muchos países los fondos de inversión, y por tanto sus inversionistas, no se
limitan al mercado de renta fija (bonos y títulos de deuda) sino que participan
en proyectos de infraestructura, soluciones de vivienda y comerciales,
desarrollos de nuevas compañías, proyectos de innovación, capitalización de
todo tipo de compañías a través de la compra de acciones, proyectos agrícolas,
entre otras interesantes alternativas.
Es un círculo
virtuoso en el que el inversionista gana porque diversifica y genera
rentabilidad normalmente con una prima y quien usa los recursos puede hacerlo
sin tener que pagar altas tasas de financiación.
En los últimos
años se ha generado una tendencia a realizar inversiones socialmente
responsables en donde los fondos de inversión buscan participar de proyectos
con un claro objetivo de beneficio para la comunidad pero en los que existe
rentabilidad. Los inversionistas que participan de estos fondos usualmente
tienen objetivos filantrópicos pero sin renunciar a la posibilidad de generar
utilidades.
RETOS DE LOS FONDOS EN REPÚBLICA DOMINICANA
Posiblemente los
retos más importantes consisten en la educación financiera de la población y en
la habilidad de los reguladores para permitir un pronto desarrollo de estos
productos garantizando las mejores prácticas.
Únicamente la
educación financiera del consumidor y la adecuada asesoría permitirán que estos
productos asuman la relevancia y generen el impacto que actualmente tienen en
países como Estados Unidos en el que los recursos invertidos a través de estos
vehículos equivalen a más del 60% de su producción anual bruta (GDP).
Uno de los
grandes aliados del desarrollo de los fondos de inversión son los organismos
reguladores y el tratamiento tributario que el gobierno pueda otorgarles.
Establecer claras reglas de juego que estén a la vanguardia y que permitan la
inversión en diferentes tipos de activos, así como la participación de
jugadores del mercado tan importantes como los fondos de pensiones.
Para tener una
idea, en los Estados Unidos, a principios de los noventas, cerca del 20% del
valor de las cuentas para retiro o jubilación participaban de fondos de inversión
mientras que en nuestros días esa cifra se aproxima al 60%.
Estamos en un
momento del mercado donde parece indispensable apoyar novedosos y probados instrumentos
de ahorro que complemente la actual oferta de productos para los inversionistas
y que apoyen el desarrollo económico del país y de las empresas.
La invitación
es a abrirle la puerta a los fondos de inversión, una poderosa herramienta de inversión para el
manejo de los recursos de los ahorrantes e inversionistas y una indiscutible
oportunidad para fortalecer el desarrollo económico de la República Dominicana.
Estoy seguro,
que al igual que yo, los fondos de inversión encontrarán en este hermoso país
un lugar lleno de oportunidades.